Tener relaciones sexuales en una cama puede ser muy placentera
debido a que nos da la intimidad que queremos con nuestra pareja, y
podemos disfrutar con todo tipo de posiciones. Y la ventaja número uno
que tiene, es que es un lugar de lo más cómodo. ¡Nada más recomendable
para nuestra espalda que un buen colchón!
Esta misma comodidad puede ser a su vez un inconveniente, pues la mayoría de las parejas se aburre de hacer siempre lo mismo y desea probar algo nuevo en el sexo. Por esta misma razón, tener relaciones en otros lugares puede añadir al noviazgo la chispa que faltaba, además de dos sonrisas cómplices y satisfechas. Déjate llevar por la imaginación, y pide a tu pareja que hagáis realidad tanto tus fantasías como las suyas.
Uno de los lugares más soñados es el parque, y entendemos bien por qué. Es un lugar totalmente cómodo y con las mejores vistas: las estrellas. ¿Inconvenientes? Tiene que ser un parque poco frecuentado durante la noche, para que no os sorprenda alguien que decide pasear a su perro a las dos de la mañana...
Otras parejas prefieren imaginarse en los probadores de una tienda. Es una fantasía muy común, debido al morbo que dan los cuatro espejos de alrededor. Más común es en el mar o en una piscina, aunque tal vez la playa resulte más romántica. En todo caso, tener sexo bajo el agua es la fantasía de muchísimos españoles, y sobre todo en verano. Incluso puedes probar sobre la arena de la playa. ¡O también en un jacuzzi!
En una tienda de campaña es otra fantasía veraniega. Para quienes hayan decidido ahorrar estas vacaciones y hayan encontrado una alternativa al hotel, una tienda de campaña es el lugar ideal para tener momentos a solas.
También hay parejas que fantasean con tener relaciones sexuales en la última fila de un cine, en el autobús o un tren, en el cuarto de baño de un bar o de una discoteca, en la intimidad de un coche... O incluso en las escaleras o en un barco. Sea cual sea el lugar de nuestras fantasías, en ningún caso podemos incomodar a nadie, y debemos tener en cuenta también que podrían multarnos.
Tener sexo en un lugar público da mucho morbo puesto que siempre corremos el riesgo de que nos puedan ver. Sin embargo, también en la propia casa podemos escoger lugares increíbles. Para salir de la rutina de hacerlo en el mismo dormitorio y en la misma cama matrimonial, no hace falta buscar las escaleras más escondidas de un centro comercial, ni esperar a que el fotomatón deje de estar ocupado: también podemos dejarnos llevar por nuestra propia imaginación y tener sexo contra la pared cerca de una ventana, encima de la lavadora...
Esta misma comodidad puede ser a su vez un inconveniente, pues la mayoría de las parejas se aburre de hacer siempre lo mismo y desea probar algo nuevo en el sexo. Por esta misma razón, tener relaciones en otros lugares puede añadir al noviazgo la chispa que faltaba, además de dos sonrisas cómplices y satisfechas. Déjate llevar por la imaginación, y pide a tu pareja que hagáis realidad tanto tus fantasías como las suyas.
Uno de los lugares más soñados es el parque, y entendemos bien por qué. Es un lugar totalmente cómodo y con las mejores vistas: las estrellas. ¿Inconvenientes? Tiene que ser un parque poco frecuentado durante la noche, para que no os sorprenda alguien que decide pasear a su perro a las dos de la mañana...
Otras parejas prefieren imaginarse en los probadores de una tienda. Es una fantasía muy común, debido al morbo que dan los cuatro espejos de alrededor. Más común es en el mar o en una piscina, aunque tal vez la playa resulte más romántica. En todo caso, tener sexo bajo el agua es la fantasía de muchísimos españoles, y sobre todo en verano. Incluso puedes probar sobre la arena de la playa. ¡O también en un jacuzzi!
En una tienda de campaña es otra fantasía veraniega. Para quienes hayan decidido ahorrar estas vacaciones y hayan encontrado una alternativa al hotel, una tienda de campaña es el lugar ideal para tener momentos a solas.
También hay parejas que fantasean con tener relaciones sexuales en la última fila de un cine, en el autobús o un tren, en el cuarto de baño de un bar o de una discoteca, en la intimidad de un coche... O incluso en las escaleras o en un barco. Sea cual sea el lugar de nuestras fantasías, en ningún caso podemos incomodar a nadie, y debemos tener en cuenta también que podrían multarnos.
Tener sexo en un lugar público da mucho morbo puesto que siempre corremos el riesgo de que nos puedan ver. Sin embargo, también en la propia casa podemos escoger lugares increíbles. Para salir de la rutina de hacerlo en el mismo dormitorio y en la misma cama matrimonial, no hace falta buscar las escaleras más escondidas de un centro comercial, ni esperar a que el fotomatón deje de estar ocupado: también podemos dejarnos llevar por nuestra propia imaginación y tener sexo contra la pared cerca de una ventana, encima de la lavadora...
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