¿Qué es el SIDA?
El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) es una enfermedad
causada por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). Este
virus ataca fundamentalmente al sistema inmunitario, destruyendo las defensas del
organismo y haciendo que la persona infectada padezca enfermedades y tumores.
Hablar de infección por VIH y de SIDA no es exactamente lo mismo. Cuando un individuo
se infecta por el virus, este pasa a la sangre y nuestro organismo produce anticuerpos
frente al mismo, que pueden detectarse con una prueba analítica y que sirven para
diagnosticar la infección. Sin embargo, pueden transcurrir meses y años hasta que
aparecen los primeros síntomas; es entonces cuando se habla de SIDA propiamente
dicho. El tratamiento contribuye a ralentizar esta progresión.
El VIH
El VIH forma parte del grupos de los virus ARN ; es decir, cuyo material
genético se encuentra de forma de ARN (ácido ribonucleico), en lugar de ADN (ácido
desoxirribonucleico).
Concretamente, el VIH pertenece a la familia de los retrovirus, cuya principal
característica es disponer de una transcriptasa inversa o retrotranscriptasa
, enzima responsable de transformar la información genética del virus en ADN,
del tal manera que éste pueda utilizar las células del hospedador para dividirse.
Presenta una elevada tasa de variabilidad genética, debido a la aparición frecuente
de mutaciones en su ciclo de replicación viral en el interior de la célula infectada.
Este hecho, imposibilita el desarrollo de una vacuna eficaz.
¿Cómo se transmite la enfermedad?
Hasta el momento solo se han demostrado tres posibles vías de transmisión de VIH
entre seres humanos:
- Parenteral. Por exposición a sangre, sus derivados o tejidos transplantados. Esto puede originarse por transfusiones o transplantes sin control sanitario adecuado o por compartir agujas, jeringuillas u otros utensilios utilizados en el proceso de preparación y administración de la droga, contaminados con sangre de un portador.
- Sexual. Se produce como consecuencia de la exposición a través de una práctica sexual (vaginal, anal u oral) con el semen, la sangre o secreciones vaginales de una persona portadora del VIH (infectada).
- Vertical (perinatal): De madre infectada a su hijo, durante el embarazo, el parto, o la lactancia. Supone el 1,3% de los casos registrados en España.
¿Cómo NO se transmite?
El VIH no se transmite en los contactos cotidianos: besos, caricias, WC públicos,
tos, estornudos, vasos, cubiertos, alimentos, lugares de trabajo, colegios, piscinas...
Tampoco se transmite a través de la saliva, las lágrimas o el sudor; ni por picaduras
de insectos o por el contacto con animales domésticos.
La donación de sangre no comporta riesgo alguno de infectarse, siendo una acción
generosa que deberíamos potenciar.
¿Qué síntomas produce?
Entre dos y cuatro semanas después de la infección, la mitad de los sujetos experimentan
un cuadro caracterizado por fiebre, cefalea, adenopatía, mialgias y erupciones exantemáticas
(conocidas como síndrome mononucleósido , por su parecido con los síntomas
y signos de la mononucleosis infecciosa, provocada por el virus de Epstein-Barr).
Durante esta fase, se produce una fuerte distribución del virus por todo el organismo,
pero con especial intensidad en el tejido linfático y en el sistema nervioso central.
A continuación, se entra en un período de aparente equilibrio, que puede durar desde
semanas a meses, o incluso años, pero el VIH se sigue multiplicando e infectando
a otras células. Actualmente, se acepta que hay un 5-10% de “progresores” rápidos,
un 80-90% de progresores típicos y otro 5-10% de progresores lentos. Durante esta
fase crónica de la infección por VIH se pueden detectar una elevada carga viral
en los ganglios linfáticos, que suelen estar aumentados de tamaño.
La fase final de la infección es lo que generalmente se denomina SIDA, y se caracteriza
básicamente por un marcado descenso de los niveles de células inmunes, concretamente
de linfocitos T CD4+, destrucción del sistema linfático y el desarrollo de infecciones
oportunistas. A partir de este momento es cuando se producen las graves infecciones
o neoplasias que caracterizan a la enfermedad.
¿Cómo saber si existe infección por el VIH?
La prueba del VIH/SIDA consiste en un análisis de sangre para detectar la presencia
de anticuerpos frente al VIH en el organismo.
Conocer el resultado de la prueba del VIH/SIDA permite beneficiarse lo antes posible
de un seguimiento médico, acceder a un tratamiento eficaz que mejora la calidad
de vida, aumenta la supervivencia, y adoptar las medidas necesarias para evitar
la transmisión de la infección.
Se puede hacer gratuitamente en los centros sanitarios de la red pública, y con
todas las garantías de que su resultado es confidencial.
Prevención
Dado que no existe un tratamiento que cure definitivamente la enfermedad, la
medida más eficaz es la profilaxis:
Manteniendo relaciones sexuales seguras: usar correctamente el preservativo (masculino
o femenino), especialmente con personas infectadas o de las que desconoces si lo
están. El uso del preservativo impide la transmisión sexual
del VIH, otras infecciones de transmisión sexual y los embarazos no deseados.
Utilizando siempre material inyectable estéril: evitar el uso compartido de
jeringuillas, agujas y otros útiles de inyección, en caso de consumir
drogas inyectadas.